Nuestra comida habla de historia, de migraciones, de expulsiones de nuestro pueblo y de las culturas del lugar allá donde hemos vivido y vivimos.
Nuestra comida nabla de nuestros valores a través del simbolismo y la tradición del Shabat y de otras festividades, del kashrut en sus variadas formas, y de nuestras costumbres identitarias. Y es que nuestra mesa es la expresión de nuestra identidad, un reflejo de nuestra historia y valores, y una proyección de dónde estamos y dónde queremos estar.
En nuestras actividades de cocina judía se comparte no sólo la técnica culinaria, las peculiaridades de nuestras pautas dietéticas y los aspectos emocionales e identitarios de los platos que visten nuestras mesas. La Cocina Judía de Bet Shalom quiere reflexionar sobre cómo lo que uno come refleja lo que somos. Como judíos reformistas, expresamos nuestra pertenencia a la comunidad y nuestros compromisos éticos en relación a lo que comemos y decidimos no comer, a lo que se produce respetando los derechos del productor y del consumidor así como de los animales objeto de consumo.